jueves, 18 de junio de 2015

El silencio de una caída

No puedo perdonarme, las entrañas me devoran, mi cuerpo se agita inquieto, loco, enfermo, estoy tan enfadada conmigo misma que no se que me haría.....todos dicen ese tío no merece ni un solo pensamiento, lágrima, dolor tuyo....y yo ardo por dentro.
Por conveniencia me llamó y por lo mismo me dejó. Un año de palabras huecas, promesas rotas, de caricias perdidas, mis ilusiones.....donde se han marchado ahora?
No me encuentro, ni un solo pensamiento consigo dominar. Cuánto dolor siento! Le quería y por eso rabió. Y el frío del silencio ha vuelto a mi.
De la indiferencia, te deseo mil rayos te partan, que un día te sientas como yo ahora....te rompan y esparzan tus restos. Quiero verte sufrir, sentir que sufres, que te duele algo dentro de ti, que te has roto como yo. No encuentro consuelo.....antes mi mejor amiga, mi madre me secaba mis lágrimas pero perdida en la demencia injusta y puñetera tengo que ser fuerte y comerme tus mentiras.
Te odio, te deseo mal, cogiste a una muñeca quebrada y la terminaste de romper. Sin misericordia,  sin sentimientos, mi deber de cristiana me dice que te perdone, pero no puedo, ahora no. Necesito tiempo para dejar mis sentimientos, resetearme, reiniciar me has conseguido que no crea en el amor de un hombre nunca mas, has conseguido que huya de mi misma, de los hombres, pero todo llega y no por que quiera sino porque nunca nos iremos con cuentas pendientes. Sabes qué? Te veo solo, como tu tío de Sevilla ,lleno de oro, en residencia de lujo, pero solo sin consuelo, sin amor....porque todo lo que se siembra...se recoge. Tu eres viejo pero no has aprendido a ser un buen ser humano. Guarda te tu dinero es lo único que tienes a parte de tus mentiras. Solo le ruego a la vida que nunca te cruces en mi camino. Que te a parte de mi destino. Por siempre como tu has elegido. Que así sea.